MARIO FERNÁNDEZ GORGOJO SERÁ EL PREGONERO DEL 62 DESCENSO A NADO DE LA RIA DE NAVIA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Podemos anunciaros con gran satisfacción por nuestra parte y estamos seguros que por
nuestros seguidores también, muy especialmente por las gentes del pueblo de Navia, el que
será el encargado de dar el pistoletazo de salida a los actos del 62 Descenso Internacional a
Nado de la Ría de Navia.
Mario Fernández Gorgojo (Navia, 8 de mayo de 1979) ha aceptado nuestra invitación a ser el
pregonero de la sexagésimo segunda edición del Descenso.
Desde muy pequeño, con 8 años, Mario se inició en el deporte de la natación en el antiguo
C.N.A.R. Navia, club que había sido creado al amparo de la Asociación Amigos de la Ría de
Navia. Fue allá por el año 1991 cuando el club de natación pasó a tener autonomía propia,
siendo Ana, la madre de Mario una de las fundadoras del Club Natación Villa de Navia. En este
se enroló Mario y a él ha estado prácticamente siempre ligado en su práctica de la natación.
Mario se convirtió en aquellos años en uno de los ejes y de los líderes de aquellos primeros
años del club que aglutinó a un buen grupo de nadadores y amigos participando en
competiciones de piscina y sobre todo en muchas travesías de verano en Asturias y Galicia
entre las que el Descenso obviamente era el “plato fuerte”.
Entre los años 1997 y 2000 Mario hizo un pequeño paréntesis en la natación y fue uno de los
primeros jugadores del por entonces nuevo Club Baloncesto Navia. Con el desplazamiento a
Pontevedra para realizar sus estudios universitarios, Mario volvió a la natación, descubriendo
con ello una nueva especialidad jugando dos años en el Club Waterpolo Pontevedra. Fue en su
primera experiencia laboral en Barcelona donde Mario se inicio en un deporte muy en boga en
aquellos años, el triatlón.
Con el paso de los años Mario vuelve a la natación y buscó la especialización en las Aguas
Abiertas y más concretamente en las de largas distancias. Así, a título enunciativo, nuestro
protagonista participó en la Tabarca-SantaPola (6kms), Llanes (8 kms), Menorca (10 kms), San
Vicente de la Barquera (15 kms), de nuevo Menorca (sobre 25 kms), la Batalla de Rande (27
kms), la Triple Corona de las Illas Atlánticas.
Fue en el año 2017 cuando Mario se encontró con la especialidad que en estos últimos meses
le ha dado más relevancia a nivel Nacional e Internacional y con el que ha cosechado sus
mayores éxitos. Acompañado de unos amigos participa en Puigcerdá en la Pyrenees Ice
Swimmming Festival, gustándole esta modalidad en la que sin neopreno los nadadores se
enfrentan a aguas con temperaturas inferiores a 5 grados; pero va a tenerle miedo al frío un
paisano asturiano?
Así, participo en 2018 participa en la World Championship Tallin (Estonia) consiguiendo el
Subcampeonato del Mundo en su categoría en la pureba de 450m y el bronce en los 200 m
libres, además de nadar los 50 m y los 100 m, sobre unas aguas que rondaban los 0,2 grados.
Tras buscar en el calendario nuevas pruebas, sabiendo que la experiencia le había enganchado,
este año 2019 participó en la III Winter Swimming World Cup Lake Bled (Eslovenia) donde
nadó 4 pruebas, 100 m, 200 m, 450 m y 1000 m libres consiguiendo la medalla de oro de su
categoría (y el segundo en la general) en las 3 más largas y la de plata (3º absoluto) en la de
100 m. La marca en los 1000 m le da el pasaporte a III IISA World Championship en Murmansk
(Rusia), donde volvería a nadar los 1000 m, prueba que se encuentra en estudio para ser
incluida en el programa olímpico de los próximos JJOO de invierno de Pekín 2022.
Esperemos que por esta vía Navia, cuente en un futuro cercano con un deportista olímpico.
Por todo esto y, además, por su cariño a Navia y al Descenso con 30 participaciones sobre sus
hombros creemos que Mario se hace digno acreedor de tener el honor (según sus propias
palabras) de ser el Pregonero del 62 Descenso a Nado de la Ría de Navia.
Pero aparte de este currículum Mario puede presumir de algo mucho más importante y es el
ganarse siempre el cariño y el respeto de todas las personas que lo tratan, porque por encima
de su valía como deportista que demostrado queda que es mucha, Mario es una buena
persona, afable, cariñoso, preocupado siempre por sus amigos y con un sentido familiar
envidiable.
Estamos seguros que Mario nos dará un pregón sentido y emotivo y que tanto su familia y
amigos disfrutaremos tanto o más que él.
Gracias por aceptar nuestra propuesta Mario.

Fechas Oficiales 2019

Este año el fin de semana por antonomasia de la natación de aguas abiertas viene cargado de novedades. Son Las sigueintes
XXI COPA ASTURIAS DE AGUAS ABIERTAS (3 de Agosto):
Pruebas competitivas:
  • 7,5 km masculina y femenina. NOVEDAD. 13ª ETAPA COPA ESPAÑA DE AGUAS ABIERTAS
  • NOVEDAD PRUEBA DE RELEVOS MIXTA DE 7,5 km (3 x 2,5 km)
LXII DESCENSO A NADO DE LA RIA DE NAVIA (4 de agosto)
Pruebas competitivas:
  • 1100m. Competitiva para niños y niñas nacidos en 2006 y años anteriores sin uso de neopreno. Abierta al resto de participantes independiente de su edad. Permitido el uso de neopreno.
  • 2400m. Competitiva para chicos y chicas nacidos en 2004 y 2005 sin uso de neopreno. Abierta al resto de participantes independiente de su edad. Permitido el uso de neopreno.
  • 5000m femenina. Competitiva para todos los participantes independientemente del grupo de edad de pertenencia. NO PERMITIDO EL USO DE NEOPRENO
  • 5000m masculina. Competitiva para todos los participantes independientemente del grupo de edad de pertenencia. NO PERMITIDO EL USO DE NEOPRENO

El Descenso no será este año etapa de la 5ª Copa España, pero si lo es la Copa Asturias.

La organización sigue manteniendo los servicios tradicionales que constituyen estas competiciones como un referente nacional. Ellas son: premios en metálico, acampada gratuita para nadadores y acompañantes, desfile de nadadores, ofrenda a Sta. María de la Barca, comida de hermandad, romería del «bollo preñao», pregón de apertura, proclamación de reina y damas, baile del nadador, cabalgata folklórica, entrega de medallas finisher a todos los participantes, bono #viverianavia19, merchandaising y mucho más.

Todo ello sin olvidar que la inscripción sigue siendo gratuita para todos los nadadores con ficha federativa reconocida por la RFEN.

Las inscripciones se abrirán en el mes de abril-mayo; la organización concretará las fecha en próximos días.

Realmente todo son atractivos para participar en esta prueba única y espectacular de la natación de aguas abiertas. NO LO DEJES PASAR.

Retransmisión del Descenso a nado de la Ría de Navia 2018 por RPTA

Historia del descenso a nado

Ganador de la II Travesía

La primera edición del Descenso a Nado de la Ría de Navia tuvo lugar en la tarde del 17 de Agosto de 1958. Ese dato estuvo perdido y durante mucho tiempo se consideró más verosímil que ello hubiese tenido lugar el 16 de Agosto. La fecha del 17 estaba avalada por un testimonio escrito pero existían dudas acerca de la precisión de dicho testimonio y la desconfianza se acrecentaba por el hecho de que el 17 de Agosto es la fecha fija de una fiesta muy popular en Navia (la llamada Jira) -se razonaba que dicha circunstancia hubiera disuadido a los promotores de aquel I Descenso de organizarlo tal día. Por otra parte los recuerdos de algunas personas parecían apuntar al 16 de Agosto y esa fue la fecha que se ha venido aceptando históricamente. Hasta que la recuperación reciente (en 2012) del programa de actos de las fiestas patronales de Navia de 1958 demuestra que la Jira se celebró ese año el lunes 18 de Agosto (con lo que desaparecía la principal objeción al testimonio escrito antes aludido) y, además, en ese programa se incluyen entre los actos del domingo-17 unas «Competiciones náutico-deportivas organizadas por el Albergue Universitario, en la Dársena de esta Villa». Ya no hay duda pues acerca de la certeza de la fecha del 17 de Agosto de 1958.

La idea del Descenso surge en el Albergue Universitario de Verano que el SEU (Sindicato Español Universitario, era una institución del régimen político por entonces vigente en España) ponía en marcha en aquellos años en un lugar vecino a Navia (Andés), que reunía a estudiantes de toda España. En los ratos de playa se suscitaban competencias amistosas entre ellos y, también, con los chicos de Navia. Un desafío habitual era el de ver quién nadaba más aprisa hasta la orilla de enfrente de la ría y ello deriva en la convocatoria formal para el citado 17 de Agosto de 1958 de una competición un poco más larga, consistente ya no en atravesar la ría sino en recorrer longitudinalmente una porción de la misma (desde El Pardo hasta debajo del puente de la carretera general; la distancia a nadar es pues de unos 900/1000 metros). Así nace el Descenso, aunque durante sus tres primeras ediciones la prueba recibe el nombre de Travesía a Nado de la Ría de Navia (y se trata realmente de un ascenso, puesto que se avanza remontando el curso del río/ría). En 1961 se cambia el trazado (desde Las Aceñas hasta el fondo del puerto de Navia) y, al invertirse el sentido del recorrido, surge oficialmente el nombre Descenso.
En la I Travesía participan 14 nadadores (estudiantes del Albergue y algunos chicos de la zona, todos hombres; no parece que hubiera entre ellos chicas, aunque no se tiene seguridad absoluta al respecto) y lo gana Francisco Méndez, del vecino pueblo de La Caridad. El experimento resulta bien y sus promotores deciden repetirlo al año siguiente. Se aborda así una trayectoria de periodicidad anual cuya continuidad no ha sufrido hasta ahora interrupción alguna.
La II Travesía se celebra el 16 de Agosto de 1959 a última hora de la mañana y su recorrido se alarga ligeramente (un centenar de metros, o algo más) en busca de un mejor punto de salida. Acuden ya algunos clubes federados: Cimadevilla (Gijón), Deportiva Astur (Oviedo) y Educación y Descanso (Mieres) y participan seis chicas, con Mª Elena Pérez como ganadora (en 1962 Mª Elena va a ser designada Reina del Descenso). El ganador es Alberto Rodríguez, del Cimadevilla.

La III Travesía tiene ya un cierto carácter nacional pues, además de asturianos, participan nadadores de Bilbao, Galicia y Madrid, e incorpora la novedad de que la meta se sitúa por primera vez dentro de la dársena (y allí sigue ubicándose hoy día) al objeto de facilitar la contemplación de la llegada y, al mismo tiempo, hacer que el nadador se sienta arropado por una mayor cercanía de los espectadores. El ganador es Jaime Cuspinera, del club Tajamar (Madrid).
Durante esos primeros años la prueba recibe apoyo de la Jefatura Nacional del SEU, lo que se traduce en la aparición de crónicas y referencias en diarios provinciales y nacionales. La gente de Navia se deslumbra con el acontecimiento (su pueblo suena en la prensa, la cual, además, habla positivamente de lo que en él se hace) y empieza a agasajar como mejor sabe a los nadadores. En 1961 la competición deportiva se acompaña por primera vez de una fiesta popular con la participación de grupos de gaiteros y reparto de bollos preñaos y ese complemento festivo irá a más en los años siguientes. Con ello empezaba también a prosperar un sentimiento de simpatía mutua entre nadadores y habitantes de la comarca, el cual se reforzaba además por el afecto que, seducidos por la belleza de la ría, unos y otros sentían por el marco natural de la competición.

1961 es además, como ya se ha dicho, el año de un cambio profundo del trazado. La salida se traslada a un punto aguas arriba del puerto con lo que los nadadores van a pasar en su recorrido por delante del núcleo urbano de Navia, con lo que la prueba va a poder contemplarse desde lo que hoy se ha dado en llamar la fachada marítima de la villa. Desde ahora va a nadarse siempre en el sentido de avance hacia el mar (sin llegar a él; la meta se ubica en la dársena del puerto y de ahí a la desembocadura en el mar quedan todavía más de 1,5 km). El cambio de recorrido supone también un nuevo alargamiento, ahora a 1400 metros. Y otra circunstancia reseñable de 1961 es la del nombramiento por primera vez de una Reina del Descenso. La designación recae en Mercedes Suárez -unos años más tarde (en 1997) su hija Leticia asumirá también la función de Reina, ahora del XL Descenso.

El V Descenso alcanza una gran resonancia mediática por la participación de un equipo francés (Girondins, de Burdeos) que trae como entrenador a Jean Boiteux, que había sido medalla de oro en los 400 metros libres de los Juegos Olímpicos de Helsinki (1948). El hecho, que ocurre en una época en la que España es un país aún bastante cerrado en sí mismo, causa sensación y empieza a hablarse con cierta grandilo-cuencia del Descenso Internacional a Nado de la Ría de Navia. Encantado del ambiente que encuentra en Navia, Boiteux decide participar y todo el mundo da por hecho que él será el ganador de ese año. La realidad es otra: el nivel competitivo es muy alto, con nadadores que vienen ya de muchas otras partes de España (Canarias, Cataluña, Levante,….). Y son dos nadadores catalanes, procedentes del C.N. Barceloneta (el Atlètic Barceloneta actual), Luis García y Lolo Ibern (Lolo será posteriormente -y lo es en la actualidad- una persona importante dentro del deporte español) los que alcanzan los dos primeros puestos, con Boiteux en tercer lugar. Tal resultado suscita en Navia una mezcla de fervor patriótico (no eran muchos los éxitos internacionales del deporte español de la época) y decepción dadas las expectativas creadas en torno al nadador francés.
Ese Descenso del 62 se desarrolla a última hora de la mañana, con un nivel bajo de agua en la ría (las pleamares de mediodía son pequeñas en la costa de Navia), lo que desluce algo el espectáculo. Desde entonces se buscará siempre para celebrar la prueba un día en la que la pleamar tenga lugar a la tarde, lo que va a implicar una cierta restricción del grado de libertad para la elección de la fecha del Descenso.

La internacionalidad del Descenso se consolida al año siguiente con los portugueses del Sport d’Algés e Dafundo, capitaneados por Antonio Bessone, campeón y récord nacional de 1500 metros. Boiteux participa de nuevo y se dice por Navia que ahora acude entrenado –no se inscribe sobre la marcha como el año anterior. Aún así Bessone le bate con claridad en los metros finales.

Por otra parte, y manteniéndose el sentido geográfico de descenso, la salida vuelve a trasladarse este año a un nuevo emplazamiento que se estima más adecuado –la xungueira (juncal) de la margen derecha de la curva de Las Aceñas. La distancia a nadar pasa a ser así de 1700 metros (Ese mismo punto es hoy la salida de la prueba en la que compiten los nadadores de categoría junior).
En el aspecto festivo y cultural, 1963 trae consigo la lectura pública de un Pregón del Descenso, que corre a cargo de Mariano Turiel de Castro (Jefe Nacional del SEU) y tiene lugar en los salones del Casino de Navia (Realmente en años anteriores ya se había anunciado la lectura de un Pregón, si bien por vía radiofónica -en 1961 por la emisora del Instituto Laboral Manuel Suárez de Navia y en 1962 por un grupo de diferentes medios (Radio Nacional de España, Radio Oviedo, Radio Gijón, Radio Luarca) además de la antes citada emisora del Manuel Suárez. Pero no hay constancia de hasta qué punto esas lecturas radiofónicas tuvieron realmente lugar). Y el cúmulo de novedades de los últimos años suscita en Navia sensaciones de euforia; parece que el desarrollo del Descenso no tiene límites.

Pero, en paralelo, hay inquietud por el futuro. En esos años la obsolescencia política del SEU resultaba evidente y empezaba a rumorearse su desaparición (la institución se disolvería formalmente en 1965), con lo que el Descenso podría quedar sin su marco primigenio de soporte. Se vio entonces la solución en crear una Asociación que asumiese directamente la responsabilidad de organizar el acontecimiento y se constituyó así en 1964 la Asociación de Amigos de la Ría de Navia/ARNavia (que, hoy día, sigue siendo la promotora del Descenso). En el artículo 3 (“Fines”) de sus estatutos fundacionales, registrados al amparo de la llamada Ley Fraga de ese mismo 1964, puede leerse «De manera especial organizará (la Asociación), en colaboración con el pueblo y autoridades de Navia, el Descenso a Nado de su Ría».
El VII Descenso tiene lugar el 9 de Agosto de 1964. Es el último que se hace bajo la cobertura del SEU y trae consigo el desdoblamiento de la prueba deportiva en una competición para chicas (cuya salida se mantiene en la curva de Las Aceñas) y una para chicos (que pasan a tomar la salida desde la margen izquierda en el lugar de El Cubo, 700 metros más arriba; la distancia para ellos se alarga pues a 2400 metros). Esa configuración de las pruebas absolutas va a asentarse y mantenerse largo tiempo –no será modificada hasta 1996.

El final de la competición masculina del VII Descenso será recordado durante muchos años: la estrategia de Boiteux (que, herido en su amor propio, había vuelto a entrenar regularmente cara al Descenso) consigue sorprender al ganador del año anterior (Bessone) un centenar de metros de meta, superándolo en un cerradísimo sprint. Habrá que llegar hasta los años 2001 ó 2009 para asistir a desenlaces tan apretados (En 2001, los protagonistas son Xavi Núñez y Olaf Wildeboer, ambos del C.N. Sabadell, con victoria del primero. Es el juez árbitro el que tiene que decidir cuál de ellos ha tocado primero la tabla de meta. Y, en 2009, bajo las cámaras de la Televisión del Principado de Asturias que retransmiten el Descenso en directo y con control electrónico de la llegada (los nadadores portan por primera vez un chip que permite registrar con precisión su paso bajo el arco de meta), Ivan Brión, del Equipo Nacional Español, logra imponerse a un Christian Reichert (Alemania) que había controlado con comodidad todo el recorrido en cabeza. La prueba femenina ve ese mismo año un final aún más apurado entre Margarita Domínguez (ganadora) y Yurema Requena, ambas también del Equipo Oficial Español.)

En ese momento el esquema básico del programa de actos del Descenso puede considerarse plenamente consolidado (y, en lo esencial, sigue vigente hoy día). La mañana va a dedicarse a favorecer la confraternización de los nadadores y, también, de ellos con la gente de Navia (y de toda la comarca en general), acabando en la ceremonia de la Ofrenda en la iglesia parroquial (que se venía celebrando ya desde 1961). A la tarde, tras la Comida de Hermandad (conjunta de los nadadores con los grupos folklóricos participantes en el aconteci-miento), vendrán, además de la competición deportiva propiamente dicha, la Cabalgata (con la carroza de la Reina y sus Damas de Honor), la Romería con reparto del bollo preñao y, como cierre, la Entrega de Trofeos. Todo va a cambiar para el año siguiente, en el que todo parece empezar a desmoronarse. La “internacionalidad” desaparece: ya no hay franceses, ni portugueses, ni siquiera los turistas norteamericanos que habían participado en 1964 reclutados entre la colonia de ese país formada en torno a la base aérea de Torrejón de Ardoz. Se iniciaba así un largo período al que hoy cabe calificar de travesía del desierto y del que el Descenso iba a empezar a salir, sumamente reforzado, en 1995. No procede continuar en el presente escrito con el desarrollo de una crónica de resumen año a año. Se ha hecho así hasta ahora porque parece oportuno destacar, por encima del encadenamiento de logros (por importantes que fueran) de esos siete primeros años, lo que sus organizadores aportaron al Descenso (y, por extensión, a Navia): haber implantado un esquema de organización basado en la definición y estructuración de responsabilidades, creación de equipos de trabajo, análisis reflexivo del resultado alcanzado y planificación en consecuencia de las siguientes ediciones,… Por extraño que pueda parecer hoy, ello era algo desacostumbrado en un ambiente sociológico en el que las iniciativas solidarias y desinteresadas como el Descenso solían desarrollarse tirando p’alante, sin una visión previa clara de adónde se quería llegar e improvisando sobre la marcha (“es como mejor salen las cosas”, llegaba a decirse). El que hoy llamamos “espíritu íntimo del Descenso” había nacido y se desarrollaba bien encarrilado. Ahora tocaba abordar el futuro.

Conviene en este punto hacer notar un hecho que suponía un claro inconveniente: en aquellos años la natación oficial estaba centra-da en la competición en piscina. Lo que se hacía fuera de ellas era visto como un mero divertimento, algo poco serio. Desde ese punto de vista el Descenso marchaba pues contra corriente.
A raíz de la creación de la Asociación de Ami-gos de la Ría de Navia empiezan a manifes-tarse dentro de ella dos núcleos organizativos: el de los antiguos alberguistas –muchos de los cuales seguían acudiendo a pasar el verano a Navia después de la extinción del SEU- y el de los jóvenes naviegos que se han ilusionado con la idea del Descenso. Hay diferencias de edad e idiosincrasia entre ambos núcleos e, inevitablemente, comienzan a surgir tensiones que, con el paso de los años, irán enconándose. Y no son esos los únicos problemas de la organización en los últimos años de la década de 1960 y primeros 70. Aparte de que ya no existe el albergue de Andés como solución de alojamiento de los nadadores que se desplazan a Navia, se adolece de una notoria escasez de fondos y de recursos infraestructurales de soporte; al mismo tiempo la repercusión mediática se desvanece poco a poco. Una creciente desazón va así difundiéndose en la organización.

Por suerte, esas dificultades no impiden que el Descenso continúe ganando arraigo entre los nadadores. Son ellos los que, con su entusiasmo por “nadar la ría” (sic) y su bulliciosa algarabía callejera anual, animan esencialmente a la organización a proseguir en su esfuerzo. Llega también en 1969 un primer reconocimiento oficial: la concesión por la entonces Delegación Nacional de Educación Física y Deportes de la Placa de Bronce al Mérito Deportivo.
En 1972 las tensiones internas desembocan en un enfrentamiento abierto, a consecuencia del cual el núcleo de Navia pasa a asumir todas las responsabilidades organizativas. Fue en su día una ruptura traumática –la cordialidad entre las personas enfrentadas tardaría en algunos casos más de veinte años en restablecerse-; hoy se ve con claridad que tenía sobre todo una componente de relevo generacional.

Los años que siguen resultan un tanto angustiosos, con una organización que, reducida al mínimo, se entrega con denuedo a la tarea de garantizar la continuidad de la iniciativa. Se perfilan en esa época las ideas eje que van a guiar las actuaciones posteriores de la Asociación: implantación en la sociedad naviega –particularmente en sus sectores más jóvenes-; fomento de la natación como deporte de base; promoción del Descenso entre la natación de élite. Poco a poco –y siempre con el apoyo moral que aportan los nadadores que, a pesar de las diversas dificultades, acuden anualmente (y cada vez en mayor número) a Navia-, la situación se va consolidando. Se llega así a la celebración de la edición vigésimo quinta del Descenso (1982), que actúa en el subconsciente como una confirmación intuitiva de que el futuro está ahí y merece la pena esforzarse por él. Tal estado de ánimo se aprecia con nitidez en un párrafo de un artículo publicado en ese año:
«…el XXV Descenso no se ha preparado entre el 31 de Agosto de 1981 y el 8 del mismo mes de 1982. La organización del XXV Descenso comenzó en 1958, quizá antes. Y muchos hombres y mujeres de toda ideología, carácter, clase, posición social, en las más diversas circunstancias personales, hicieron posible esta edición. A ellos tiene mucho que agradecerles la natación provincial, incluso la nacional (por más que la Federación lo menosprecie), el turismo (por más que la Subsecretaría correspondiente se empeñe en ignorarlo), los nadadores que disfrutaron en Navia, los visitantes que vinieron a pasar un día de entretenimiento,… y, sobre todo, ese ente abstracto formado por un paisaje, unas gentes, un modo de sentir y pensar que llamamos «pueblo de Navia». Porque toda esa multitud de trabajos, colaboraciones, desvelos y sueños ya forman parte de la Historia y de la Cultura de Navia.
El redactor cree que se justifican así veinticinco años de ilusión colectiva pero ¿para qué? ¿sólo para abocar al breve día del XXV Descenso?
Seguramente no; más bien se trata de perpetuar la secuencia de una forma de cultura, de mantener el fluir del tiempo. Ese es el verdadero desafío de 24 Descensos; más que el de hacer el veinticinco, el de lograr el veintiséis, el veintisiete,…».

Llamará la atención en el párrafo anterior la acidez de las referencias al mundo institucional (el federativo de la natación y la entonces Subsecretaría de Turismo de la Administración Central). Había razones para ello, aunque no sea cuestión de extenderse en tal sentido en el presente escrito. Años después la marea daría la vuelta y empezaría a ayudar.

Aparte de la determinación de la gente de Navia de mantener el acontecimiento, hay que insistir en la importancia que, para el futuro, tiene la actitud hacia el Descenso de las gentes de la natación (no del estamento federativo) y, en especial, la de los nadadores de base. El espíritu de la competición (en el que se combina la seriedad deportiva con una alegre camaradería) ya ha calado profundamente en unos cuantos clubes españoles (y algunos extranjeros- Permítasenos aquí recordar a dos de ellos especialmente significativos: Zian (La Haya/Holanda) y Académica de Coimbra (Portugal). Y, entre los españoles, cuya lista sería interminable, habría que citar, sin desdoro de otros muchos, a los Canoe, Coruña, Encinas de Boadilla, Judizmendi, Marina de Ferrol, Náutica de Portugalete, Parayas, Prat, Sabadell, Sant Andreu, Venatoria,… a los asturianos de Covadonga, Oviedo, Santa Olaya… En Navia tenemos mucho que agradecerles) que persisten en acudir a Navia con renovada ilusión año tras año durante la larga etapa que, en un párrafo anterior, se ha calificado de travesía del desierto. Una circunstancia que no se debilita con el tiempo sino que va a más incesantemente.
También resulta ahora notorio como, en todos esos años, en Navia se estaba luchando –siempre de forma bastante intuitiva (y, desde luego, con la organización del Descenso abandonada a su propia suerte por los que, desde instancias superiores deportivas y administrativas, hubieran debido guiarla y respaldarla)- por ajustarse a los planteamientos de la natación seria. La manifestación externa más importante de ese esfuerzo de adaptación es, sin duda, el emperramiento que se ponía en insistir sin descanso en que en Navia se construyese una piscina (también en este terreno la demanda iba evolucionando con el tiempo: a finales de los 70 se pedía una piscina descubierta; diez años más tarde ya sólo se admitía una cubierta). Y no hay que olvidar aquí un antecedente que ya evidenciaba la apetencia por una piscina: la creación en 1967 del denominado “Criterium de los Ases”, en el que la dársena del puerto de Navia se transformaba en una piscina con calles delimitadas por corcheras, en la que se nadaban pruebas de braza, espalda, mariposa,… todo ello controlado por cronometradores, jueces de viraje y de llegada, etc (El Criterium de Ases dejaría de celebrarse a finales de la década de 1990 a causa de la instalación en la dársena de Navia de varios pantalanes para amarre de embarcaciones deportivas, ocupando el único espacio donde podían instalarse las corcheras).

Las acciones instintivas de adaptación se aprecian también en las modificaciones que se van realizando sobre la prueba deportiva del Descenso, con los alargamientos progresivos del recorrido a los que se ha hecho ya referencia. Y, en paralelo, la carencia en aquellos años de un reglamento oficial específico para pruebas en aguas abiertas lleva a la organización de Navia a crear, a finales de los 70 y principios de los 80, un conjunto de normas para regular la competición deportiva. Surge así una documentación marco del Descenso, entre la que hay que destacar esencialmente tres textos: las Bases de convocatoria de la prueba, el Reglamento (donde se especifican los mecanismos de control a poner en juego, desarrollando figuras como la de jefe de prueba, coordinador, anotadores, etc.) y el denominado Elaboración de clasificaciones y de actas de entrega de trofeos. Existe media docena de documentos más (Instrucciones para Jefes de Equipo, Normas de acampada, Bases del Criterium,…) pero los tres antes citados son los esenciales.
Una primera manifestación de un cambio de tendencia sobreviene en 1988, con la declaración del aconte-cimiento del Descenso como Fiesta de Interés Turístico Nacional por la antes arisca Subsecretaría de Turismo. Dos años más tarde es el Centro Asturiano de Madrid quien le otorga el Picu Urriellu 1990, en agradecimiento por la labor que realiza de promoción de la imagen y valores de Asturias.
Estos reconocimientos no distraen a la Asociación de sus líneas eje de actuación -las ya aludidas de fomento de la natación como deporte de base y promoción del Descenso entre los nadadores de élite Y así, año tras año, se llega al principio de la década de 1990 en la ignorancia de que la natación oficial está ahora prestando atención a la especialidad en aguas abiertas. No es la organización de Navia la única que desconoce ese hecho. Todavía en esa época un directivo importante de la natación asturiana manifestaba a la gente del Descenso que «lo que venís haciendo tiene un mérito enorme pero, convenceos, su valor deportivo es insignificante».
En 1995 la organización propone al entonces Presidente de la Real Fede-ración Española de Natación, Rafael Blanco, ser el Pregonero del Descenso. No se pensaba que la idea fuese a cuajar por el distanciamiento que se creía advertir entre lo que se estaba haciendo en Navia y los plantea-mientos de la natación oficial pero ¡sorpresa! Rafael Blanco acepta y acude a Navia a pronunciar el Pregón.

Lo que ocurre a continuación es fácil de entender hoy, aunque entonces en el seno de la Asociación de Amigos de la Ría de Navia pareciese un milagro. Durante los días que permanece en Navia, el Presidente de la RFEN explica que la Natación en Aguas Abiertas (Open Water Swimming/OWS) tiene ahora un futuro importante dentro de la natación oficial. Y el Descenso es justo eso: una competición en aguas abiertas, superviviente de un montón de años de menosprecio (también institucional) y que, a pesar de ello, conserva la estima de muchos de los clubes de natación más importantes del país. A Rafael Blanco, por su parte, le gusta lo que ve, el ambiente que se vive en Navia, el entusiasmo con que se trabaja y la implicación de mucha gente joven en la organización, y así lo manifiesta.
Se desencadena entonces un intenso proceso interno de re-evaluación del Descenso como prueba deportiva. Ya al año siguiente (1996) se reestruc-tura en profundidad la competición: se alargan los recorridos (los 2400 m. no corresponden realmente a un concepto de “larga distancia” y se pasa a los 5000 m. actuales). Se estudian también los reglamentos OWS de FINA (Federation Internationale de Natation) y LEN (Ligue Europeénne de Natation) , cuya existencia se desconocía en Navia (se trataba de normativas bastante recientes), y se descubre con sorpresa y alegría que casi todo lo que en ellas se prescribe venía ya contemplado, de una u otra manera, en la documentación marco del Descenso.
De hecho era previsible tal sintonía normativa. Desde su primera elaboración a finales de los años 70, la citada documentación marco había sido refinada poco a poco, sometida pues a un proceso de evolución y selección natural. Por tanto, la mera supervivencia del Descenso en el tiempo indicaba que había acertado a adaptarse a las condiciones impuestas por el entorno en el que vivía. Y varias de esas condiciones derivaban del mundo de la natación oficial (clubes, colegio de árbitros, etc.). Dicha similitud conllevaba además una consecuencia positiva: ¡el planteamiento organiza-tivo del Descenso podía mantenerse sin grandes modificaciones!
En 1999, y ahora ya con el respaldo entusiasmado de la años atrás también arisca Real Federación Española de Natación, se crea la llamada Copa Asturias de Natación de Aguas Abiertas, prueba complemen-taria al Descenso. Y la sinergia de ambas competiciones (Descenso y Copa Asturias) consigue pronto posicionar la ría de Navia como un escenario significado de la natación europea, sede de multitud de compe-ticiones de prestigio: Campeonatos de España de la especialidad en 2004 y 2005, Etapa “obligada” de la Copa de Europa de Natación de Aguas Abiertas desde 2006 -y sede en una ocasión de la etapa final (la llamada “SuperFinal”) de la misma, Campeonatos de Europa Junior de Natación de Aguas Abiertas 2011,…
Un día especialmente señalado en la pequeña historia del Descenso es el 1 de Febrero de 2003. La petición insistente de una piscina por parte de la Asociación de Amigos de la Ría de Navia se había vuelto una demanda social clamorosa que acabó derribando las muchas barreras que, a lo largo de más de una veintena de años, se levantaron (a veces con alevosía) para impedir su construcción. Ese 1 de Febrero estará por siempre en el recuerdo de las personas (de dentro del Descenso y de fuera) que tanto lucharon por ella.

En paralelo, van llegando más reconocimientos: Meda-lla de Honor de la Federación Portuguesa de Natación; en 1999, Entidad Deportiva más destacada (Asociación de Periodistas Deportivos Astu-rianos); Diploma de Honor (Federac. Asturiana de Nata-ción; 2000); Premio Delfos 2002 a los Valores Humanos en el Deporte (concedido por los Amigos del Deporte de La Felguera); Premio Amor al Deporte 2004, del Centro Asturiano de Oviedo,…
Los mayores honores advie-nen con ocasión de la quincuagésima edición del Descenso (año 2007): la noticia del primero de ellos se conoce a mediados de Junio -el Comité Olímpico Español concede su Placa de Distinción a los Amigos de la Ría de Navia. El 31 de Julio es el Consejo Superior de Deportes quien anuncia el
La salida de la primera Copa Asturias (1999), que abrió el camino a Campeonatos de España, Etapas de Copa de Europa, Europeos Junior… ¡15 km esperaban a aquellos pocos nadadores!
Publicado en el diario El Comercio, de Gijón, el 31 de Enero de 2003
ingreso de la Asociación en la Real Orden del Mérito Deportivo en la cate-goría de Placa de Plata, enlazando así con aquella antecesora Placa de Bronce de casi treinta años atrás. En Octubre, Sus Altezas Reales Don Felipe y Doña Leticia reciben en audiencia a una representación de la Asociación encabezada por su Presidente (Don Felipe ya había mostrado con anterio-ridad aprecio por las actividades de la Asociación: en 1987 como Presidente de Honor del Comité Organizador del XL Descenso y, en 2006, encabezando el Comité de Honor de la organización de la antes citada “SuperFinal” de la Copa de Europa de Aguas Abiertas).
Transcurridas las bodas de oro, no se detiene el flujo de reconocimientos. En 2008 el Gobierno del Principado de Asturias concede a la Asociación de Amigos de la Ría de Navia la Medalla de Plata de Asturias, en 2011 llega el Diploma de Honor de la Real Federación Española de Natación.

En la edición de 2011 concurren dos circunstancias muy especia. Por un lado la ya citada de desarrollo en la ría los días 12 y 13 de Agosto de los Campeona-tos de Europa Junior de Natación de Aguas Abiertas en los que participan 21 Equipos Nacionales. Por otro la dedicatoria que la organización del Descenso Interna-cional del Sella (el renombrado evento piragüístico) hace de su edición anual (¡la nº 75!) al Descenso a Nado de la Ría de Navia. Lo curioso es que, como se ha anticipado en el pie de una de las fotografías anteriores, el IX Descenso de Navia (1966) había sido dedicado a la competición del Sella y, en reciprocidad, el Sella 1967 se dedicó al Descenso de Navia. En el seno del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS) no se conservaba memoria de esas dedicatorias cruzadas; son los registros que ahora se aportan desde Navia los que dejan evidencia de aquella sintonía de cuarenta y cinco años atrás. Y esta dedicatoria de 2011 va un paso más allá y se transforma en una ceremonia de hermanamiento entre el río Sella y la ría de Navia. En la primera imagen de arriba se recoge el momento de vertido de agua del Sella en Navia -de izquierda a derecha aparecen el Teniente Alcalde de Arriondas, el Alcalde de Navia, la Presidenta de la Asociación de Amigos de la Ría de Navia, el Vicepresidente del CODIS y, un poco tapada, la representante del Ayuntamiento de Coaña (limítrofe con la ría). Estaba también presente, pero queda oculta en la foto, la Alcaldesa de Ribadesella. Ello ocurría el 2 de Julio. Un mes después (exactamente el 5 de Agosto) se desarrollaba la operación complementaria en Arriondas. Ahora la Alcaldesa de Ribadesella y, de nuevo, el Teniente Alcalde de Arriondas, presencian como los Alcaldes de Coaña y Navia echan al Sella agua de la ría (cogida al pie del pueblo de Cacabellos).
Llega el momento de cerrar esta historia del Descenso a Nado de la Ría de Navia. Y, para ello, quizá lo mejor sea reproducir aquí una cita que condensa la esencia del acontecimiento de cincuenta y muchos años de deporte, fiesta, turismo, y cultura en torno a la ría: «Tal es el espíritu más íntimo del Descenso de Navia, el de la amistad entre sus nadadores y los habitantes de las tierras occidentales de Asturias, cautivados en común por una ría en la que competir y a la que mimar». Y que concluye con la proclama convertida ya en lema de la Asociación:

siempre el Agua,
siempre los Amigos…

(Nota final: El presente escrito contiene un total de veinte fotografías. Casi siempre –hay pocas excepciones- aparece el Agua más o menos en primer plano. En cuanto a los Amigos, no hay excepción: están en todas ellas)

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